¿ Por qué es un juego feminista?
Huír del coitocentrismo
El coitocentrismo es la creencia generalizada de que solo si hay penetración hay sexo. Es una concepción limitante de la sexualidad e implica que tanto los mal llamados “preliminares” como las prácticas sin penetración no son sexo “de verdad”.
Está ligado al falocentrismo, la idea de que el pene es el protagonista de cualquier relación sexual, y también a la genitalización del placer. Las zonas erógenas van mucho más allá de los genitales; ampliar miras es ampliar oportunidades de pasarlo bien.
Todas las experiencias sexuales son válidas, sea cual sea tu manera de vivirlas. Ni la penetración ni el orgasmo definen el sexo.
Diversidad
El cisheterocentrismo es la idea de que el sexo “normal” es el que practican las personas heterosexuales y cis. Todos los juegos eróticos que conocíamos se dirigían a parejas heterosexuales, por eso quisimos diseñar un juego que permitiera a cualquier persona, sea cual sea su sexo, su identidad de género o su orientación sexual, pasar un buen rato.
Comunicación y escucha activa
Nosotras creemos que una sexualidad feminista se basa en la comunicación honesta y la escucha activa. Esto quiere decir que es importante pedir lo que queremos, expresar nuestros deseos, nuestros límites, lo que nos gusta y lo que no… e igual de importante es saber escuchar, con empatía y respeto. Escuchar también implica escuchar los silencios, las dudas, las señales de incomodidad, etc. Querer saber de verdad cómo está la otra persona y qué desea. Las preguntas eróticas están pensadas para contribuir a mejorar este aspecto.
Roles de género flexibles
Solemos pensar que el sexo es algo "animal", pero en realidad está muy normativizado y atravesado por muchos mandatos. A follar se aprende y podemos desaprender los códigos que hemos interiorizado.
El binarismo nos divide en mujeres y hombres y nos asigna determinadas formas de ser, de sentir, de expresarnos… aprendamos a cuestionar esos roles y a flexibilizarlos (o destruirlos) para disfrutar de las relaciones sexuales de forma más libre. Repensemos la sexualidad para poder conectar con nuestros verdaderos deseos.
Autoconocimiento
Conocernos a nosotr@s mism@s es clave. Ser conscientes de nuestro cuerpo, nuestros deseos, nuestras fantasías, nuestras zonas erógenas, etc. contribuye a mejorar las relaciones con nosotr@s mism@s y con otr@s. Esto es especialmente importante para las mujeres: ya es hora de reclamar nuestro derecho al autoerotismo sin culpa ni vergüenza.
Derecho a la sexualidad
La sexualidad es un derecho que tradicionalmente ha sido negado a las mujeres y a las personas no binarias. Desarrollarnos plenamente en el terreno afectivo-sexual de forma libre y consciente es nuestro derecho. Este juego quiere ser una pequeña aportación en ese sentido.